domingo, 25 de marzo de 2012

Pensamientos ante Cristo Crucificado (Como Pregón de la Semana Santa)

Recordando a mi buen amigo, Manuel Marín


¿Por qué dejas que me acerque al Gólgota y me miras, Señor?

¿Por qué no acepto, Señor, la cruz que me encargaste?

¿Por qué agarrado al pie de la tuya me siento nada?

¿Por qué me llamaste hermano, si yo clavaba con saña y cruel martillo Tus pies que son camino y Tus manos que son santas?

¿Por qué la luna se tiñó de rojo habiendo en el cielo tan blancas nubes e infinitas alas?

¿Por qué el sol se escondió horrorizado cuando se apagó la voz de tu garganta?

¿Por qué no bajó la estrella clara, ciñendo Tu cabeza con corona de un Rey de almas?

¿Y por qué, a pesar de todo, llegas con infinita misericordia y me perdonas?

¿Por qué, Señor? ¿Será porque me amas?

Santísimo Cristo del Calvario (Sevilla)

domingo, 18 de marzo de 2012

Leyenda de la cita en Samarra


En aquel lugar aún cuentan que el amo envió a su criado a la plaza del mercado a por provisiones y que estando allí, oyó por casualidad que la misma muerte lo estaba buscando. Entonces, presa del pánico, volvió a la casa corriendo y dijo a su amo que debía huir a la vecina población de Samarra para que la parca no lo pudiera encontrar.

Minarete en espiral en la ciudad de Samarra
 
Esa noche, después de la cena, alguien llamó a la puerta. Abrió el amo y encontró a la muerte, escuálida y tenebrosa, con su larga túnica y su capucha negras. La muerte preguntó inmediatamente por el criado.

La parca
-Está enfermo y en cama- se apresuró a mentir el amo-. Está tan enfermo que nadie debe molestarlo.

-¡Qué raro!- comentó la muerte-. Seguramente se ha equivocado de lugar pues hoy, a medianoche, tenía una cita con él en Samarra.

-Leyenda popular árabe-

jueves, 15 de marzo de 2012

Una tarde en el Gólgota al morirte...

Soneto

En memoria de Manuel J. Perales Gómez

¿Por qué, Señor, nunca he sabido amarte?
¿Por qué, mi Dios, nunca supe quererte,
si con tu vida entera y con tu muerte
ya me diste razón para adorarte?

¿Por qué, al pie de la Cruz no consolarte?
¿Por qué, en la Forma blanca no tenerte,
si Tú has hecho posible de esa suerte
que dentro de mi alma pueda hablarte?

¿No será que te ocultas de manera,
entre música, incienso, flores, cera,
que resulta difícil descubrirte?

¿O es que no vi, cómo posible fuera
que redimiste Humanidad entera,
UNA TARDE EN EL GÓLGOTA AL MORIRTE?

                           Manuel ALBENCA

Nuestro Padre Jesús con la Cruz al hombro,
Hermandad del Valle (Sevilla)

sábado, 10 de marzo de 2012

Conjunción planetaria entre Venus y Júpiter

Desde hoy tendremos la oportunidad de ver en el cielo un fenómeno que no se da con mucha frecuencia y al que vale la pena dedicarle unos segundos para observarlo. Se trata de lo que en astronomía llamamos “conjunción planetaria” que consiste en que dos o más planetas aparecen muy próximos en el cielo sin que ello signifique que lo estén realmente en el espacio. Es sólo una ilusión óptica desde la Tierra. En realidad entre ellos hay millones de kilómetros de distancia. En este caso podremos ver a Júpiter y Venus muy pegaditos a partir de la puesta de sol y mirando siempre hacia poniente. Los tendremos dispuestos así hasta el día 16 de este mes de marzo en que empezarán a separarse debido al movimiento independiente de cada uno de ellos. Se pueden ver durante unas tres horas aproximadamente hasta que se ponen. Identificaremos a Venus porque es el que más brilla de los dos. Vale la pena asomarse y encontrarse con ellos. Y podremos ver tres planetas a la vez, ¿verdad?

En esta ilustración, la perspectiva desde la Tierra permite
una conjunción cuádruple entre Mercurio, Venus, Marte
y Júpiter. Obsérvese que las distancias entre ellos siguen
siendo enormes.

jueves, 1 de marzo de 2012

Cuando la veas dile que la quiero...

No quisiera molestarte, pero te escribo porque también lo sabes, igual que yo. Sabes muy bien el dolor que produce tener que decirle adiós. Es como arrancarte un trozo de tu alma y quedarte aturdido y sin norte porque aquélla que te hacía de guía ya no está a tu lado. Tú también sabes lo que es perderse en los pliegues de sus calles y sus plazas; recorrer sus rincones más escondidos y dejarse llevar por su forma de entender la vida sin más esfuerzo que una sonrisa con una copa de manzanilla…

Por eso, hoy lo único que te pido es que cuando la veas le digas, como siempre, que la quiero, que nunca la olvido…