jueves, 3 de noviembre de 2011

A veces la vida no basta...

A veces el mundo se derrumba
ante mis ojos y me quedo absorto,
parece como si se acabaran los días
y todo se detuviera.
A veces la soledad me asfixia
y no puedo ver a nadie cerca,
no me quedan padres, hermanas,
amigos o unas manos afectas.

A veces los desastres imposibles
llenan torpemente mi casa
y me pierdo entre tinieblas
sin saber encontrar la escapatoria.
A veces las calles están mojadas,
el cielo plomizo, el viento araña
y sin embargo nunca ha llovido
en mi barrio, nunca ha llovido.

A veces los minutos huyen
del bolsillo y el fin avanza,
se acumulan los errores de la vida
en un hueco de mi espalda
y es como si volviera a cometer
el mismo fallo de siempre.
A veces los fantasmas góticos
del pasado se asoman a la puerta
y me llaman a gritos esperando
tranquilos mi espantosa derrota.

A veces no puedo mirarme en un espejo
sin que me mate la vergüenza,
y es que a veces cinco cruces no pesan
lo suficiente para llevar mis faltas
y hasta pienso que Dios no me alcanza
con tanto como soporta. 
A veces parece que caigo
en un pozo negro sin salida
y creo que esta existencia no es bastante
o que este mundo no es suficiente.

A veces siento como si yo no estuviera
y la vida pasara a mi lado
sin querer que la siguiera
y me fuera con ella.
A veces no entiendo el camino
que empiezo cada mañana
despertando para alcanzar las nubes
y bajar de una bofetada.
A veces no recuerdo siquiera dónde vive
el amor que de niño conociera
ni cuándo volverán los mirlos a mi ventana
piando tardes de primavera.

A veces creo que nada valen el sudor,
el esfuerzo y la carne,
que estos sufrimientos regados
con sangre son moneda inútil.
A veces la tristeza me embarga
y no sé cómo hacerle frente,
por eso, a veces me refugiaría sigiloso
en el más allá de esta vida,
entonces dejaría caer mis párpados
y ya nunca regresaría.

2 comentarios:

  1. Amigo Luis:
    Cada mañana sale el Sol, no lo olvides y lo más importante: No pierdas nunca la calma.
    Piensa que esto que está ocurriendo es un "sacrificio" que tu estás haciendo al Señor que habita en San Antonio Abad.

    Un consejo: Paciencia, Prudencia y Perseverancia.
    Un fuerte abrazo, llámame cuando quieras.

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  2. Querido Tanquan, me dejas atónito.
    Yo por experiencia, te diré que Dios aprieta, pero no ahoga. Ten calma y maten la fe, que cuando menos te lo esperes, una mañana cualquiera el mismo Jesús Nazareno te cogerá de la mano y te hará ver todo de distinto "color"
    Desde mi pequeña parcela, te ofrezco lo que sea necesario, pero ten siempre presente que no lo hago por cumplir. Los amigos estan para los momentos dificiles, que es cuando son necesarios, por qué, para tomar cervezas valen todos.
    Un abrazo Nazareno.

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